Trastorno Específico del Lenguaje (TEL)

TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE (TEL) escrito por Claudia Sánchez Redondo, logopeda de XiCaEs

El TEL se caracteriza por presentar dificultades en la adquisición y curso del desarrollo del lenguaje que no son causadas por ninguna patología neurológica, sensorial, intelectual o emocional que pueda estar interfiriendo en el aprendizaje de las dimensiones del lenguaje. La prevalencia del TEL se ha estimado en torno al 6-7 por 100 entre los niños de 5 años.

La definición más utilizada es la de Leornard (1998): “Limitación significativa del lenguaje que no es debida a pérdida auditiva, daño cerebral, baja inteligencia, déficits motores, factores socio-ambientales o alteraciones del desarrollo afectivo”.

La evaluación del lenguaje es un paso necesario para poder realizar un diagnóstico y para, posteriormente, llevar a cabo un plan de intervención lo más individualizado posible y que se ajuste a las necesidades del niño. Para la detección del TEL, los test estandarizados suele ser la opción más usada, ya que proporcionan una serie de datos con práctica basada en la evidencia que justifican el uso de estos instrumentos (fiabilidad y validez).

Para la intervención de las personas con TEL se deben establecer una serie de estrategias, reglas y técnicas que tengan como finalidad mejorar las habilidades comunicativas tanto con fines sociales como académicos. Estrategias que les ayuden a comunicarse en diferentes situaciones, cómo adaptarse a contextos, cómo comportarse en determinadas circunstancias, etc. Con niños con TEL la intervención es inconsciente, ya que ellos mismos no son conscientes de los objetivos planteados, pero es diferente con adolescentes. Ellos deben participar en la planificación de su propia intervención.

Aunque los objetivos de la intervención con adolescentes con trastornos de lenguaje puedan ser muy complejos, se pueden utilizar distintas técnicas para intentar disminuir o eliminar los obstáculos que interfieren con el aprendizaje. Entre ellas están las siguientes:

  • Enseñar, esperar y recompensar la autoactivación; reforzar el aprendizaje independiente y considerar la autoiniciación como objetivos terapéuticos en sí mismos. Este enfoque intenta reemplazar las estrategias de aprendizaje pasivo.
  • Asegurar el sobreaprendizaje y la estabilización, planificar la redundancia e incorporar la repetición en distintas situaciones; volver regularmente a los objetivos ya aprendidos para asegurar su mantenimiento. Todo esto es muy importante por la posible historia de intervenciones previas inconsistentes.
  • Reemplazar las habituales respuestas impulsivas y de adivinación por otras que les permitan contestar, aunque con cierto retraso, para darles un mayor tiempo de procesamiento. Se ha demostrado que el incremento del tiempo previo a la emisión de una respuesta mejora la calidad de ésta en los niños con trastornos de lenguaje. Este tiempo puede mejorar la síntesis de la información e incrementar la fluidez verbal. Este aspecto lo deben conocer los profesores para que eviten hacer preguntas que requieran respuestas inmediatas.
  • Utilizar actividades concretas e incluso manuales para trabajar las tareas abstractas. La idea es partir de actividades consistentes con niveles cognitivos concretos (por ejemplo, ordenar tarjetas u objetos, utilizar papel y lápiz o un ordenador para representar conceptos) para facilitar el desarrollo, el uso y el aprendizaje de tareas de nivel superior (meta).
  • Reducir las demandas de procesamiento de la información (la cantidad de información necesaria que se debe almacenar en la memoria, así como la cantidad de manipulación mental). Esto se puede conseguir proporcionando estímulos estables (generalmente visuales), tales como listas, tablas, esquemas, organizadores...

Claudia Sánchez Redondo- Logopeda

Grado en Logopedia en la Universidad de Valencia. Especializada en logopedia clínica en daño neurológico y en terapia miofuncional.

Trayectoria profesional: Logopeda en una clínica con niños/as con dificultades de aprendizaje

Actualmente trabaja en Xicaes, tratando con los niños/as que tienen alterada la comprensión y/o producción del lenguaje, el habla, la voz, trastornos orofaciales mediante terapia miofuncional y alteraciones en la deglución.