El ‘porteo’ del bebé

EL PORTEO DEL BEBÉ escrito por Estela García Martín, Terapeuta Ocupacional y Fisioterapeuta de XiCaEs

El porteo del bebé es uno de los sistemas que se utilizan para permitir el contacto continuo entre el bebé y sus padres. Esta forma de transportar al bebé aporta múltiples beneficios, de los que hablaremos más adelante, pero si no se realiza correctamente también puede tener consecuencias negativas.

Lo más importante es que el porteo debe respetar la posición del bebé recién nacido (los portabebés que mejor se adaptan son los de tela).

Cinco claves para saber si el porteo que estamos realizando es seguro:

  • El contacto visual permanente, es decir puedes ver el rostro del bebé.
  • Debe estar a la altura de tus besos, puedes besar la cabeza de tu bebé si te inclinas.
  • Sus vías respiratorias están despejadas, que la nariz y la boca de tu bebé no se cubra con la tela.
  • Si el bebé se duerme, debe quedar apoyado sobre tu pecho.
  • Comprobar que no sude en exceso y que lleve ropa cómoda, evitar pijamas de pie y/o abrigos.

¿Cómo saber si nuestro bebé está colocado en una buena postura?

  • La cadera del bebé y sus piernas forman una M, las rodillas deben estar por encima del culo a la altura de su ombligo.
  • Orientar el culo hacia tu cuerpo, que no apoye el vientre sobre tí (lo llamamos bascular la pelvis).
  • El portabebés sujeta adecuadamente la cabeza de tu bebé evitando que se balancee con el movimiento y si te agachas, como mucho debe haber una separación de dos centímetros entre tú y el bebé.
  • Debemos respetar la curvatura de la espalda ofreciéndole sujeción sin aplastarla.
  • Mantén su culo por encima de tu ombligo.

El porteo del bebé, según la Asociación Española de Pediatría, aporta beneficios tanto a los bebés como a quienes los portean.

 Estos beneficios son:

  • Los bebés que son porteados lloran menos.
  • Tienen menos cólicos.
  • Mejoran los síntomas de reflujo gastroesofágico.
  • Expulsan mejor los gases.
  • Se tiene mayor control de la temperatura.
  • Mejora la calidad del sueño.
  • Disminuye el riesgo de plagiocefalia o deformación de la cabeza al no apoyar la cabeza tanto tiempo sobre la cuna.
  • Se potencia el apego seguro y se satisfacen antes las necesidades del bebé, ya que se detectan antes.
  • Mejora el tono muscular del bebé.
  • Favorece el desarrollo correcto de las caderas del bebé y se evita la displasia de cadera.
  • Aporta mayor autonomía y movilidad al adulto al no tener las manos ocupadas cargando con el bebé.
  • Reduce el riesgo de depresión post-parto y aumenta la autoestima de la madre.

 Por último, mencionar que existen 3 niveles de soporte del portabebés:

  • Los recién nacidos (0-3 meses): deben estar sujetos hasta la cabeza suavemente contra el pecho del portador.
  • Bebés de 3 a 8 meses: deben ir sujetos hasta el cuello.
  • Niños a partir de 8 meses: deben ir sujetos hasta el hombro.

Estela García Martín- Terapeuta Ocupacional y Fisioterapeuta

Graduada en Terapia Ocupacional y Fisioterapia por la Universidad Católica San Vicente Mártir de Valencia.

Trayectoria profesional: terapeuta ocupacional en centros para personas con enfermedad mental y en una escuela infantil inclusiva. Fisioterapeuta en una clínica privada.

Actualmente trabaja en Xicaes realizando intervenciones de Terapia Ocupacional y Fisioterapia con los niños y sus familias.