Cómo mejorar la conducta- pautas para mejorar

CÓMO MEJORAR LA CONDUCTA/PAUTAS PARA MEJORAR LA CONDUCTA escrito por Estela Ferrero Marco, Psicóloga de XiCaEs

A veces los niños discuten, son agresivos o actúan con enfado o de manera desafiante con los adultos. Cuando un niño se “comporta mal” significa que está haciendo algo que no nos agrada a nosotros, es decir, se trata de una valoración arbitraria. Quizá el niño presente un problema de conducta o quizá el problema no sea él sino la situación que lo rodea. Si el pequeño realmente presenta un mal hábito que necesita ser modificado, es importante implementar técnicas correctas para que esto suceda y ayudarlo a desarrollar comportamientos más adaptativos.

Técnicas de reforzamiento positivo

Las técnicas de reforzamiento son uno de los pilares en cuanto a estrategias de modificación de conducta en niños. Estas técnicas no sólo sirven para evitar problemas de conducta, sino que también pueden utilizarse para instaurar nuevos comportamientos deseados.

Su funcionamiento es muy sencillo: se deben recompensar los buenos comportamientos que presenten los niños e ignorar por completo las conductas problemáticas.

  • Recompensar los buenos comportamientos: Se pueden utilizar innumerables variantes para el reforzamiento positivo. Siempre tiene que tratarse de algo con lo que el niño disfrute y valore como premio (un elogio, un cariño o una sonrisa, así como diversas actividades como ir al parque, jugar en el patio, ver una película, etc.). Es importante mostrar gratitud con los niños y mostrarles que estamos orgullosos de sus logros. De esta manera, no sólo aumentará la probabilidad de que el buen comportamiento se repita, sino que se cimentarán unas bases de autoestima más fuertes.
  • Ignorar los malos comportamientos: Es importante aclarar que los niños necesitan y desean atención por parte de los adultos. Por eso, la atención siempre funcionará como un reforzador positivo, aún si es utilizada de manera negativa, como en un castigo o reprimenda. Si respondemos al mal comportamiento con atención, lo que obtendremos será más comportamiento negativo, mientras que, si prestamos atención a un buen comportamiento, obtendremos más de éste. Si ignoramos una mala conducta y esperamos a que se presente una deseable, con el tiempo, lograremos aumentar la frecuencia de esta última.

¿Cómo fomentar un nuevo comportamiento deseado?

Una forma de fomentar el buen comportamiento es usar un sistema de recompensas. Los niños que aprenden que el mal comportamiento no es tolerado y que el buen comportamiento es recompensado tienen habilidades de aprendizaje que les durarán toda la vida.

Por ejemplo, elija entre 1 y 2 comportamientos que le gustaría cambiar y elija una recompensa que el niño disfrute. Después de esto, se le explica al niño el comportamiento deseado y la consiguiente recompensa. Por ejemplo, se le puede decir al niño: “Si te pones el pijama y te lavas los dientes antes de que termine el programa de televisión, puedes quedarte despierto media hora más”. Hay que solicitar el comportamiento solo una vez. Si el niño hace lo que se le pide, entregue la recompensa.

Este sistema le ayuda a evitar luchas de poder con el niño. Sin embargo, el niño no es castigado si decide no comportarse como se le pide, simplemente no recibe la recompensa.

Buenas maneras de recompensar al niño:

  • Ganarle al reloj: Pídale al niño que haga una tarea. Hay que iniciar un temporizador. Si la tarea se realiza antes de que suene el temporizador, el niño recibirá una recompensa.
  • Juego del buen comportamiento: Escribir una lista corta de buenos comportamientos en una tabla y marcarla con una estrella cada vez que se vea el buen comportamiento en el niño. Después de que el niño haya ganado un pequeño número de estrellas, le daremos una recompensa.
  • Buenas marcas/malas marcas: En poco tiempo (alrededor de una hora) poner una marca en una tabla o en la mano del niño cada vez que realice un buen comportamiento. Después de cierto número de marcas, le daremos una recompensa. También se pueden hacer marcas negativas cada vez que se produce un mal comportamiento. Si se hace esto, le daremos la recompensa al niño cuando haya más marcas positivas que negativas.
  • Pasar un tiempo en paz: Le pediremos al niño que juegue tranquilamente solo o con un hermano por un tiempo breve (más o menos media hora). Controlar al niño con frecuencia y dar una recompensa o una ficha por cada minuto que estuviera tranquilo o jugando bien. Aumentar gradualmente los intervalos en el tiempo de juego y de recompensa, pero continuar dando la recompensa sólo el tiempo que el niño ha estado jugando tranquilo y bien.
  • Lista de reglas: Hacemos una lista corta de reglas importantes relacionadas con la seguridad, la salud y cómo tratar a los demás y, debemos repasarlas con el niño. Cuantas menos sean las reglas, menor será la infracción de reglas con la que tendremos que lidiar.

Por último, es importante que aceptemos la personalidad del niño, ya sea tímido, social, hablador o activo. La personalidad básica se puede cambiar un poco, pero no mucho. Tratemos de evitar situaciones que puedan hacer que el niño se ponga de mal humor, como sentirse demasiado estimulado, cansado o aburrido. No debemos criticar al niño frente a otras personas. Elogiemos al niño con frecuencia cuando se lo merezca. Seamos también cariñosos con los niños ya que, requieren y necesitan la atención continua de los adultos.

Desarrollemos pequeñas rutinas y rituales, especialmente a la hora de acostarse y de comer. A medida que los niños crecen, pueden disfrutar al involucrarse en la elaboración de normas domésticas. Y, sobre todo, no discutamos las reglas en el momento de la mala conducta; invitemos al niño a participar en la elaboración de la reglas en otro momento cuando esté más tranquilo.

Estela Ferrero Marco- Psicóloga y Pedagoga

Graduada en Psicología y Pedagogía.

Trayectoria profesional: desde hace 8 años da clases particulares a alumnos con TDA-H, ayudándolos y proporcionándoles técnicas de estudio.

Actualmente trabaja en XiCaEs realizando intervenciones de Psicología con los niños y sus familias.