DÍA INTERNACIONAL DE LA TARTAMUDEZ escrito por Claudia Sánchez Redondo, logopeda de XiCaEs
¿Qué debo de hacer cuando mi hijo/a tartamudea?
La tartamudez, también llamada disfemia, es un trastorno que se caracteriza por las interrupciones en la producción de los sonidos del habla, también denominadas disfluencias.
En la mayoría de los casos, la tartamudez afecta a las actividades de la vida cotidiana de la persona que lo padece. El discurso de la persona que tartamudea con frecuencia incluye repeticiones de palabras o de parte de las palabras, además de prolongaciones de los sonidos. Se puede experimentar una parada o un bloqueo total del discurso que se manifiesta cuando la boca está en posición para emitir un sonido.
Es muy importante atender a una serie de pautas que los familiares y amigos pueden seguir para ayudar al niño:
- No etiquetar como tartamudo al niño ni permitir que otras personas lo hagan. Si notáis que vuestro hijo se preocupa respecto a su forma de hablar, explicadle que es normal repetir algunas palabras cuando los niños aún están aprendiendo a hablar.
- No interrumpir el niño que tartamudea, pues tampoco lo haríais si estuviera hablando con normalidad. Dejadle tomarse su tiempo y escuchar hasta que termine.
- No intentar ayudarlo a que complete la palabra que quiere transmitir
- Ofreced a vuestro hijo un buen modelo de lenguaje. Hablar con él de forma calmada, reduciendo la rapidez de vuestra expresión y articulando bien. Evitad sobreactuar y caer en la exageración.
- Nunca obliguéis al niño a hablar ante otras personas, pues le generará tensión comunicativa. Tampoco forzar que se exprese más allá del alcance de su actual vocabulario.
- Crear un buen contacto visual con el niño, que él perciba vuestro interés y placer por escucharlo. Siempre hablar cara a cara y, si es posible, preguntando a su misma altura.
- Cuando el niño deba ir a alguna parte y a tener contacto con gente, para aliviar el estrés informarle primero y decirle lo que va a pasar y las personas que va a encontrar. Nunca dejarle con la preocupación sobre qué va a pasar.
- Si es un día propicio, porque vuestro hijo tartamudea poco o nada, ofrecedle mayor número de oportunidades de hablar. Por ejemplo, apagar la televisión para hacer una obra de teatro con marionetas, contar historias o visitar a un amigo.
- Podéis fomentar la autoconfianza del niño si lo felicitáis por lo menos una vez al día por algo que hizo bien.

Claudia Sánchez Redondo- Logopeda
Grado en Logopedia en la Universidad de Valencia. Especializada en logopedia clínica en daño neurológico y en terapia miofuncional.
Trayectoria profesional: Logopeda en una clínica con niños/as con dificultades de aprendizaje
Actualmente trabaja en Xicaes, tratando con los niños/as que tienen alterada la comprensión y/o producción del lenguaje, el habla, la voz, trastornos orofaciales mediante terapia miofuncional y alteraciones en la deglución.