BINOMIO FAMILIAS-INTERVENCIÓN PROFESIONAL escrito por Pilar Rubert Saura, coordinadora de XiCaEs
La necesidad de establecer una estrecha colaboración entre padres y profesionales (profesores, médicos, terapeutas, etc.) viene fundamentada en que ambos disponen de los elementos de información esenciales para optimizar la intervención.
Los padres son los que conocen mejor a su hijo/a, así como el ambiente en el que crece, y los profesionales conocen los principios, estrategias y métodos generales de intervención, así como los conocimientos en torno a la discapacidad.
Es preciso que exista una adecuada coordinación y una comunicación fluida entre los padres y los profesionales que tratan al niño desde los diferentes ámbitos, conocer cuál es el entorno familiar del niño para comprender su situación de forma global y poder dar una respuesta adecuada a las circunstancias.
La comunicación debe darse de forma paralela, por un lado los profesionales deben “complementar” la educación familiar. Por otro, los padres deben cooperar de manera activa en la formación de sus hijos, manteniéndose bien informados de sus progresos, así como también de los posibles retrocesos que puedan darse en determinados momentos y, facilitando el ambiente para la continuidad de los objetivos en casa.
Por tanto el binomio padres-madres/profesionales debe ser inquebrantable, especialmente, en el caso de las familias de niños con necesidades especiales. En este sentido, la participación activa y la implicación de la familia en los programas de intervención del niño genera un impacto positivo en el mantenimiento y generalización de los aprendizajes.
Las familias de niños con necesidades especiales, asumen generalmente el reto de educar “aprendiendo”: nuevas estrategias de comunicación, de estimulación de su desarrollo y del aprendizaje en global. Este aprendizaje de las familias también va dirigido a mantener siempre expectativas de logro adecuadas, con objetivos reales.
Para alcanzar una colaboración con las familias, los profesionales deben desarrollar un conjunto de actitudes y habilidades específicas que favorezcan las relaciones adecuadas con los padres.
- Mantener una actitud de respeto, sinceridad y honradez.
- Ser realista en cuanto a las posibilidades de los niños y niñas.
- No crear sobreexpectativas a los padres, con el riesgo evidente de ser defraudados.
- Ser empático, poseer habilidad para escuchar y mantener la intervención.
- Enfatizar los rasgos positivos de las familias en general y de los niños con N.E.E.
- Saber dar apoyo.

Pilar Rubert Saura- Coordinadora
Integradora Social
Dilatada experiencia en proyectos destinados a niños/as que presentan necesidades educativas especiales.
Coordinadora de la mayor parte de los Campus Natura que se han llevado a cabo hasta la actualidad.